AMBICIÓN CHORICERA

Afirmados en la barra enclenque del carrito choripanero:Huesito,Noé y Sebote.Esperando el alimento popular por excelencia.El poderoso,afamado y nunca bien ponderado choripán.
Habíamos gestionado el primero y poco antes de terminarlo,nuestro instinto animal sumado a la hambruna nocturna,dio paso al pedido anticipado de un segundo chori;pedido preciso,puntual:--"ponéle todo,metéle picante y aquellas pelotitas verdes que flotan"-
Huesito-"Dame aquel chorizo"-
Choripanero-"Le falta un poco,está crudo papá!"
Huesito-"metéle chimi que el picante lo termina de cocinar"
Nos fuimos contentos como perros con dos colas.A mitad del puente,Huesito se burla de nosotros,porque el chorizo que había elegido era el más grande de la parrilla.Pero lo cierto era que el chorizo estaba crudo,seguía vivo.
A Hueso le temblaban las manos de la emoción y no dejaba de burlase;apretó los panes embadurnados de bayonesa,jostaza y una salsa muuuy picante,tan picante que al olerla se nos llenaron los ojos de lágrimas.El chorizo se deslizó entre los panes,los dientes mordieron el pan deschorizado;el chorizo rebotó en la baranda del puente Suquía.Saltó al vacío con triple salto mortal y se zambulló de costeleta en el río,¡Clumpchs...blucc!
Con Noé nos reíamos a carcajadas,mientras le decíamos-¡Qué rico chori,vieja! ¿Ya te lo comiste?¡Qué angurriento! (todo dicho entrecortado por los jajases y jejeses)
Huesito con la boca entreabierta,masticando a desgano el pan saborizado;miraba como allá abajo,en el río,los peces se hacían el festín y se manducaban el chorizo que había fugado de mandibulas batientes,precisamente de Huesito y su ambición choricera.