carruselearon

sábado, octubre 01, 2005

CARAMELO WASABI

Existen situaciones en las que un cajero o una cajera,te pueden volver loco.Cuando comprás algo y te dicen -Te doy un caramelo por el vuelto-
Pero resulta ser que en el intante que te lo van diciendo,han extendido su mano con el caramelito.Este por lo general suele ser pequeño,ácido,de feo envoltorio y horrible sabor.
Sin embargo el cajero sonríe como si fuera la última vez que puede hacerlo.
Así,sin darte cuenta, te empernaron con el dichoso caramelo;ahora sonriente en la palma de la mano.Inconscientemente le quitás el papel y lo llevás a tu boca.
Poco a poco sentís que tu lengua se paraliza y se adhiere en el paladar;rapidamente lográs despegarlo,pero el caramelo ávido de venganza,queda encajado en los molares.Allí comienza la desesperación final,como la de un naúfrago frente a un barco.Gesticulando y haciendo movimientos ridículos;escupís con violencia el maldito caramelo wasabi.
Mientras todo esto sucedía los que te rodeaban hulleron despavoridos, (quizás imaginando que te transformarias en una enorme bestia peluda,o peor aún en Barny)
La gente murmura y te señala (ahora que paso el peligro de la mutación), algunos niños lloran aterrados;y detrás tuyo una voz conocida se dirije al siguiente,a la próxima víctima.
- ¿Te doy un caramelo por el vuelto?

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

esto es una locura! personalmente no entiendo nada.Te dan caramelos cuando vas a comprar un zapato(o un par,depende)una milanga o un bife de coconodonte.
¡no quiero caramelos!

3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo que me resulta sorprendente es como actua nuestro cerebro cuando ingresa por la vista el caramelo, el envoltorio lo hace aparentar como una delicia ,aparecen como superando a todos los demas ,como las plumas de un pavo real resplandecen sobre las de cualquier otro;al tratar de desembolver dicha delicia caemos en una embarazosa lucha para poder despegar los bordes, como si el mismisimo satanas los hubiera emvuelto para no solamente hacernos perder valiosos minutos de nuestras vidas sino tambien para que nuestro paladar se llene de inefable saliva y ansiedad por saborear dicha elemento. Ahora bien,despues de mucha lucha sin descanso ,al lograr ganar la batalla contra Baar y sosteniendo el pequeño elemento comestible con nuestros dedos,cerramos los ojos y comenzamos con un movimiento ascendente hacia nuestra boca para depositar nuestro alimento mas preciado ,nuestra mente discurre en sensaciones futuras, pensando en cual sera el sabor agradable que poseera, cuando es depositado en nuestra lengua y producimos el cierre de nuestros labios por un instante que resulta ser una eternidad nos encontramos en la idea bipolar, por un lado el concebir que es delicioso y por el otro nuestros musculos de la cara empiezan a tensarce y adquieren proporciones de deformacion tratando de expulsar dicho veneno.
Ahora si comprendo lo simples e inocentes que somos todos los seres humanos, creamos castillos de arena en la playa para que el mar los barra en un santiamen, asi nos dejamos engañar por un pequeño envoltorio de caramelo.

8:05 a. m.  
Blogger * said...

A mi me paso, que en un comercio chino, vi en la caja un dulce parecido a una rodajita de sushi, de color naranja, con centro blanco y cositas de colores en el centro, la verdad muy atractivo, satisfecha sali con las bolsas y mordisque aquella cosa desconocida y era horripilantemente insipida, dura y pegajosa, en vez de escupir en el primer tacho que vi, me lo trague estoica. Que boba! todavia me arrepiento

9:45 a. m.  
Blogger Libelula de Acero said...

No se ni como llegue a tu blog...
solo que adoré el relato!
y la mutacion!
me hizo reir mientras me daba escalofrio!

10:56 a. m.  

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